El término cohousing «vivienda colaborativa«, hace referencia a un modelo de convivencia en régimen de cesión de derecho de uso de una vivienda, a través del cooperativismo.
Un cohousing suele nacer de un grupo de personas que comparten principios, gustos y objetivos y quieren vivir, en compañía de otras personas de manera participativa.
Para ello, cada persona tiene que hacer una aportación económica; esta irá determinada por el presupuesto que se necesite y que, de manera democrática, se haya acordado entre todas las personas que lo conforman. También hay que crear unos estatutos que garanticen que se cumplan por parte de todas las personas, los derechos y obligaciones que se derivarán de este modo de convivencia.
Todas estas comunidades tienen en común, que cuentan con viviendas o habitaciones privadas y zonas comunitarias compartidas con mucho peso, ya que en estas zonas es donde realmente se vive. En ellas, los encuentros con el resto de convivientes es fundamental, debido a que se trata de participar para que todo vaya bien, aportando lo mejor que cada persona pueda dar a los demás.
Este tipo de convivencia ha crecido y seguirá creciendo. Entre los que ya están funcionando en la actualidad – aunque tienen muchas cosas en común – no hay dos iguales. Esto ocurre por pura lógica, ya que cada grupo de personas que empiezan un proyecto de cohousing, suele tener afinidades, valores y principios concretos.
La aportación económica para su construcción y mantenimiento también puede variar mucho de uno a otro, así como su gestión, los servicios, la manera de participación, etc.
Cohousing Senior: Otra manera de vivir la vejez
Todas las personas envejecemos, pero hay muchas maneras de hacerlo. Aquellas personas que cuentan con una buena salud o están en forma, gracias a que no tienen demasiados achaques, suelen querer seguir disfrutando de las cosas que nos ofrece la vida, con la mayor autonomía posible.
Entre la edad de jubilación y los 70 años, muchas personas ponen en cuestión su modo de vida. Uno de los motivos es porque pierden a la gente que les ha estado acompañando a lo largo de los años, o porque necesitan interactuar con más personas. La soledad de una gran casa, o de un pequeño apartamento (no importa el tamaño), para que su presencia aparezca, muchas veces se hace insoportable.
Repensar que queremos hacer de aquí en adelante no solo es normal, es necesario, si queremos gozar de una vida lo más plena posible el resto de nuestra vida. Para ello debemos dedicarle un tiempo a estudiar muy bien si este tipo de convivencia es lo que más nos conviene. No hay que olvidar que se debe de hacer una aportación económica importante.
Vivir en comunidad, no sentir la soledad cuando no es buscada, compartir aficiones, tiempo de ocio, comidas, risas y amistad con todo lo que eso conlleva, no es ninguna mala opción. Vivir en un espacio cohousing a nivel personal nos fortalece y nos aporta un mayor nivel de calidad de vida, por lo que beneficia nuestra salud, la cogobernanza y la participación en la toma de decisiones nos empodera y compartir aficiones, ocio y vivencias nos hace más felices.
Este sistema de convivencia, además de poder ser totalmente autogestionáble, se puede delegar su gestión a terceros o subcontratar distintos servicios de manera externa. Todo dependerá de los acuerdos a los que se hayan llegado en un principio y a los cambios que se pueden ir implementando una vez se inicia el proyecto de convivencia.
La seguridad en los espacios cohousing
La comodidad y seguridad en estos espacios es un requisito a tener en cuenta, sobre todo para los cohousing seniors donde la gran mayoría de convivientes, son personas mayores. Los revestimientos ligeros están presentes en todos ellos.
Cuando se realiza el presupuesto, una de las partidas económicas que se debe tener en cuenta, es precisamente la de estos materiales. Esto comienza desde el minuto uno de la elaboración del proyecto de construcción de las viviendas y zonas comunes, teniendo en cuenta cuáles van a ser las necesidades.
Implementar materiales de calidad que tengan en cuenta la seguridad, la higiene y la belleza, convertirán estos espacios comunitarios en lugares agradables. En Gescom trabajamos con los mejores proveedores para encontrar siempre la excelencia, el resultado son productos innovadores, creativos y sostenibles.
Suelos antideslizantes para prevenir caídas, tropiezos y resbalones, tarimas híbridas impermeables para baños y cocinas, suelos de madera cálidos para las habitaciones privadas, césped artificial, cortinas ignífugas, pavimentos vinílicos de fácil limpieza, etc. todos estos productos contribuyen a crear ambientes confortables, seguros, resistentes y de fácil mantenimiento, al mismo tiempo que contribuyen a la sostenibilidad, un valor que cada vez se tiene más en cuenta.
Desde la instalación de energías renovables, consumo de alimentos y productos de proximidad, cuidados mutuos, huertos propios para el autoconsumo, gestión eficaz de los residuos, reciclaje… son solo algunos aspectos en los que podemos incidir de manera directa para que nuestro cohousing sea más respetuoso con el medio ambiente.