El término cocooning va muy ligado al placer de estar en casa. Esta palabra, como término fue acuñado a finales de los años 1980 por la buscadora de tendencias y consultora de marketing Faith Popcorn.
En sus inicios, cocooning identificaba una tendencia del ciudadano hacia una menor socialización, aislamiento social, realizando telecompras, aumentando el correo electrónico como medio de comunicación e ir retirándose a su hogar como principal estancia y refugio.
Esta corriente se ha ido consolidando y por qué no, incrementada con el tiempo, en gran medida por la entrada en escena de las redes sociales, el entretenimiento doméstico, los avances en tecnologías de la comunicación y plataformas de servicios online. Si esto fuese poco, con la llegada del COVID-19, el cocooning ha experimentado una mayor aceptación como forma cómoda de vida de la sociedad.
Cambios en interiorismo asociados al cocooning
El cocooning ya es un fenómeno potenciado por factores como los antes mencionados y una de sus consecuencias son los cambios asociados al interiorismo. Cambios que muchos aseguran que es clave para equilibrar el cuerpo y la mente.
Son cambios que mucho tienen que ver con tendencias en la decoración del hogar, orientados a sentirlo como un espacio de vida más cálido.
Esta tendencia, ahora también conocida como nesting (anidando, nido), busca dar con espacios que favorezcan el descanso. Zonas relajantes, casi mimetizadas con el entono o trasladar la paz medioambiental a las habitaciones, son algunos de los objetivos de esta tendencia decorativa.
El cocooning, favorecido por el confinamiento ya no tiene su punto fuerte especialmente con los meses más fríos del año, cuando más apetece refugiarse y se opta por recursos que pueden utilizarse para dar un toque de confort extra a la casa. Ahora es un modo de vida permanente y que afecta en el ámbito de decoración a toda la casa, ya sea una vivienda en una ciudad, casa adosada o que se encuentre en pleno campo.
Entre los recursos orientados a añadir personalidad a una estancia, se encuentran los decorativos de carácter artesanal por ser únicos y especiales para uno, así como los recuerdos de viajes. Todo aquello que favorezca crear un ambiente más personal, natural y confortable.
A los revestimientos ligeros se les presta una gran atención: cortinas, suelos, paredes, etc.
Y como muchos de los grupos sociales que en mayor o menor medida se decantan por el cocooning son jóvenes, el diseño les es fundamental y se le exige estar presente.
Gescom es consciente de este estilo de vida y movimiento social. Lo cuida con una selección de materiales en la que a calidad y el diseño van unidos, sin descuidar sus prestaciones acogedoras.
La oferta de Gescom en revestimientos ligeros es completa y la aceptación por parte de sus clientes: diseñadores, interioristas, arquitectos,… es completa gracias a que gran parte de sus proveedores fabricantes, además de su buen hacer, están ubicados en países centroeuropeos y nórdicos, donde el interiorismo es cuidado al detalle.
Cambios en el exterior asociados al cocooning
Si destacamos el Cocooning como una tendencia que nos ayuda a valorar los momentos en casa y de desconexión, como si de un oasis se tratase, esto no implica que tengamos que disfrutarlos solos. Al contrario.
Se trata de que la casa sea un lugar especial para uno y también para los familiares y amigos. Barbacoas, piscina al aire libre si se tiene, e incluso ponerse cómodo en el balcón o la terraza disfrutando relajadamente del ambiente.
En esta línea, las tarimas de exterior Gescom son de madera noble que ayudan a crear un ambiente cálido y ofrece las mismas comodidades que las tarimas de interior. En cuanto a las tarimas tecnológicas o tarimas exterior sintéticas, poseen una gran versatilidad en los acabados finales, así como en los colores. Sin olvidarnos del césped artificial que ofrece un aspecto con un parecido sin igual con el césped natural.