Uno de los materiales utilizados en los revestimientos ligeros es el corcho.
El corcho proviene de la corteza del alcornoque y su proceso de extracción se basa en su retirada del tronco del árbol sin dañarlo. Tras su extracción, durante los años sucesivos va creciendo una nueva corteza, por lo que es un recurso renovable y sostenible.
Al ser un producto 100% natural, el corcho es perfecto para dar respuesta a una creciente demanda, ya que a su vez permite la conservación de los recursos naturales.
El corcho como aislante térmico natural de sonido.
La estructura interna del corcho se asemeja a la de un nido de abeja, estando formada por más de 40 millones de células por centímetro cúbico. Esta característica le permite al árbol protegerse ante los cambios bruscos de temperatura.
Así, cada célula funciona en miniatura como un aislante térmico natural, un aislante de sonido y con gran capacidad de amortiguación de impactos. Cualidades naturales del corcho que lo hacen ideal para su uso en pavimentos, porque amortigua el sonido, proporciona una excelente temperatura del suelo durante todo el año y es cómodo para caminar.
La importancia del Quercus suber como origen del corcho.
El alcornoque (Quercus suber) pertenece a la misma familia que el roble y es el árbol de donde se extrae el corcho.
Su corteza llamada felema en Botánica, es un tejido vegetal con unas características innatas muy valiosas para la industria. Todos los años al alcornoque le crece una nueva epidermis y en este proceso, va acumulando células muertas que es la que va conformando y engrosando su tronco.
El Quercus suber es un árbol de crecimiento lento, que puede llegar a vivir unos 200 años y que, como media, se le extraen unas 16 veces su corcho durante toda su vida útil.
Cuando el alcornoque tiene 25 años es cuando se le extrae por primera vez la corteza. Esta corteza (corcho) se llama virgen y no tiene mucha calidad, habrá que esperar otros nueve años para cerrar el ciclo. Ya en la tercera extracción, es cuando produce el mejor corcho, ya que reúne todas las características que lo convierten en un producto único y sostenible 100%.
Esta extracción regular mantiene y contribuye a la sostenibilidad ambiental, económica y social en las zonas rurales de la región mediterránea, área donde se encuentran las principales zonas de cultivo del alcornoque (Quercus suber).
Recolección del corcho.
Cada 9 años, entre los meses de mayo y agosto, que es cuando el alcornoque está en su fase más activa de crecimiento, los corcheros extraen la corteza manualmente con hachas. Este trabajo requiere mucha destreza para no dañar el árbol. Además de los corcheros, que se dedican al descorche, también participan los hiladores, que son los que cortan las panas de corcho, los recogedores, que hacen montones de cortezas, y los arrieros, que son los encargados de transportarlos al lugar donde se apilarán a la intemperie durante más o menos seis meses.
La siguiente fase, cuando estas planchas hayan perdido la humedad, es hervirlas durante una hora aproximadamente para limpiarlas de impurezas. Este proceso también hace que aumenten de volumen y sean más elásticas. A partir de aquí, el corcho ya está preparado para darle los distintos usos.
El valor del corcho como producto, va ligado a múltiples sectores: agrícolas, forestales, cinegéticos y actividades de pastoreo. Gracias a los proyectos de innovación que se están desarrollando, el uso y aplicaciones de este material crece cada día, ofreciendo productos y soluciones sostenibles a más sectores.
El corcho para revestimientos ligeros.
El corcho es ideal para suelos, paredes o como elemento decorativo en todo tipo de proyectos de interiorismo y decoración.
Para su fácil instalación, los revestimientos de corcho se comercializan en distintos grosores y se presentan en losetas de corcho y en rollos de corcho continuos.
Entre sus muchas ventajas, destacan su extraordinaria resistencia al desgaste, su durabilidad, su propiedad térmica y acústica, el confort que proporciona y la belleza de sus diseños que hoy en día tienen acabados increíbles, con relieves y volúmenes para paredes, distintas gamas cromáticas y texturas especiales.
Su gran versatilidad y grado de sostenibilidad lo convierte en una solución apta para todo tipo de revestimientos de suelos y paredes, tanto de zonas residenciales como comerciales: instituciones públicas y privadas, colegio y universidades, halls de hoteles, baños, zonas de paso, comedores, oficinas, restaurantes, residencias, zona de ocio en empresas, cocinas, estudios, etc.
Propiedades del corcho para el suelo.
Son las excelentes propiedades naturales del corcho las que convierten a este material en idóneo para su utilización como pavimento. Sus capacidades de aislante acústico, amortiguadoras, térmicas e incluso su comodidad cuando se pisa sobre él, justifican su gran acogida en el mercado para pavimentos y revestimientos sofisticados y elegantes.
Su instalación es muy sencilla y se puede colocar encima de suelos ya existentes. Es antibacteriano, ecológico, ignífugo, inodoro, impermeable a los líquidos y muy fácil de limpiar.
Una vez fabricado, está disponible en el mercado en una gama infinita de texturas y colores, permitiendo gran rendimiento técnico, diseño y comodidad.
Imágenes: Wicanders, proveedor de Gescom en la gama de productos de suelos de seguridad.